martes, 19 de abril de 2016

«lo que bajo los escombros aún respira» -poemas de Alfredo Saldaña



Trampantojo

¿Qué advierte el vigilante
más allá de lo que muestra el paisaje?

¿Qué guarda quien protege
el emblema que da nombre
a los desaparecidos?

Velar por lo arrancado,
picar para ver
lo que bajo los escombros
aún respira.

Agrietar. Punzar. Taladrar.

Agujerear hasta dar
un mal paso y encontrarse
en el corazón del aire
con la raíz del sentido.

¿Qué golpe de luz,
qué destello en la noche
hará blanco en la belleza?

¿Qué realidad oculta la mirada
que en rigor no sea un trampantojo?


La vida en la frontera

La vida allí no vale nada,
es entrega y promesa de plenitud,
el lugar donde se abre
la herida de la posibilidad,
donde el territorio
que una mirada alcanza
indica la extensión
de un espacio inexplorado,
no inconquistable,
el resquicio por el que se intuye
que hay una oportunidad
más allá de este mundo.

Allí la vida no vale nada:
lo que se da y se pierde
es todo cuanto nos pertenece.


Anónimo

si acorralado, alejado, bárbaro, cautivo, confinado, deportado, deshauciado, desalojado, desplazado, desterrado, esclavo, excluido, exiliado, expatriado, expulsado, extraño, forajido, forastero, fuera de la ley, fugitivo, hostigado, ilegal, impío, inmigrante, olvidado, outsider, perseguido, perroflauta, postergado, proscrito, refugiado, relegado, salvaje, sin papeles, sitiado, vejado, wet back…

que mi patria sea esa otra que tiene por nombre extranjería


Cueva

Bajo la superficie
hay una mano abierta
que escucha
lo que unos ojos trazan
en silencio
sobre las estrías del tiempo.

Allí eres lo visible

entrando en lo invisible.


Alfredo Saldaña, de Malpaís.